Los antiguos pueblos eran animistas es decir creían que todo poseía alma incluso la cosecha, para la celebración de Lughnasadh los campos eran segados y creían que el espíritu de la cosecha se quedaba sin casa y eso podía ocasionar que el siguiente año no fueran tan abundantes, así que construían muñecas de maíz o trigo para que la cosecha tuviera una efigie donde residir el resto del año.